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Cómo preparar tus propios oleatos y beneficiarte con sus propiedades

Los aceites herbales son un remedio tradicional muy antiguo pero algo subestimado en cuanto a los beneficios que pueden aportar a nuestra vida moderna.

Masajear el cuerpo con aceites infundidos con hierbas no solo humecta y nutre la superficie de nuestra piel sino que brinda bienestar a todo el cuerpo en lo profundo, estimulando la circulación y potenciando sus funciones.


Son llamados también oleatos, oleomacerados, y son muy sencillos de elaborar de manera casera:

Colocá hierbas o flores secas en un recipiente de vidrio, que debe estar limpio y seco y cubrirlas con el aceite vegetal elegido, verificando que las plantas y /o flores queden bien cubiertas – a veces es practico triturarlas un poco – En este paso puede utilizarse vidrio transparente.


La proporción sugerida es 1:3 una parte de hierbas secas y trituradas por 3 partes de aceite vegetal.

Si bien se puede utilizar cualquier aceite vegetal, estos son algunos de los más recomendables: aceite de oliva, de almendras dulces, de jojoba. (Son más estables y otorgan gran duración al oleato)


Dejalo macerar durante 28 días, durante ese tiempo podes colocar el frasco al sol, la luz del sol calentará suavemente el aceite y extraerá muchas de las propiedades de la planta. 

Conviene proteger la boca del frasco con una tela para que el aceite respire, si lo cerramos herméticamente puede condensar humedad y las gotitas caerían en la preparación.

Luego de ese lapso colá con una gasa o filtro y dejá reposar 24 horas. En ese tiempo pueden decantar pequeñas partículas de planta, y en ese caso repetiremos el proceso de filtrado.

Envasá colocando el preparado en un envase de vidrio oscuro (si queres, podes agregarle unas dotas de Vitamina E para proteger mejor tu macerado)

Etiquetá con la fecha de elaboración, la planta y el aceite vegetal utilizado. Usalo dentro de los 12 meses.


Las opciones de hierbas y las proporciones realmente dependen del propósito del aceite y la cantidad que desea hacer.

Antes de poner manos a la obra siempre las invito a conectar y a pensar en el propósito final que le daremos al aceite herbal obtenido.


Podemos seleccionar hierbas antiinflamatorias para ayudar al cuerpo a responder mejor al estrés, hierbas antibacterianas que limpian y protegen, hierbas vulnerarias para sanar y reparar, hierbas estimulantes para potenciar las funciones del cuerpo…💚

Pero sus beneficios no se limitan solo al cuerpo físico. Podemos también macerar aceites herbales con plantas aromáticas para brindar bienestar emocional, calmar el sistema nervioso, promover el sueño o mejorar el estado de ánimo.😊🌷

Podemos infundir una sola hierba o combinar varias hierbas, aunque recuerden que “menos es más” usando de una a tres hierbas como máximo para que obtenga la cantidad más potente de cada una.


Aquí les dejo algunas opciones para que se animen a probar. Manos a la obra!!


Salvia (Salvia officinalis)

Propiedades antisépticas, antibacterianas, anti fúngicas, revitalizantes, astringentes, cicatrizantes, purificantes y antioxidantes.

Para aliviar piernas cansadas y calambres, realizar masajes ascendentes.

Para aliviar dermatitis aplicar de manera tópica.


Caléndula (Calendula officinalis)

Para aliviar venas varicosas, dolores musculares y hematomas, realizar masaje suave en la zona afectada.

Para todo lo relacionado con la piel, quemaduras, eccemas, picaduras de insectos y llagas.

Para suavizar la piel del bebé y calmar irritaciones.


Romero (Rosmarinus officinalis)

Propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, antisépticas, astringentes, estimulantes y refrescantes.

Para aliviar fatiga muscular y calambres, realizar masajes en las zonas doloridas.

Para aliviar dermatitis: aplicar de manera tópica


Árnica (Árnica montana)

El árnica se aplica a la piel para el dolor y la hinchazón asociada con los moretones, los dolores y los esguinces. También se aplica sobre la piel para las picaduras de insectos, artritis, dolores musculares.

No aplicar árnica sobre la piel dañada o herida.

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